En medio de los desafíos económicos actuales, donde los inventarios sin salida representan pérdidas millonarias para cientos de empresas, una iniciativa internacional promete dar un giro positivo al panorama empresarial colombiano. Se trata de Ozeol, una multinacional francesa con presencia en más de 20 países, que anunció desde Bogotá el lanzamiento de su modelo de compra directa de excedentes e inventarios de productos nacionales con potencial exportador.
El anuncio fue realizado durante un desayuno exclusivo con empresarios de sectores como calzado, marroquinería, alimentos, licores y productos terminados, realizado en el centro comercial Punto Once. Allí, representantes de Ozeol expusieron cómo su modelo de economía circular puede transformar los excedentes de producción en nuevas oportunidades de ingreso y posicionamiento internacional.
“No se trata solo de vender. Se trata de transformar un problema estructural en una oportunidad global, donde Colombia puede ser líder”, afirmó uno de los voceros de Ozeol durante el evento.
Una segunda vida para productos olvidados
Ozeol plantea un enfoque que va más allá del comercio convencional. Su estrategia se centra en rematerializar y remanufacturar productos que tradicionalmente serían descartados por sobreproducción o falta de rotación. Esta visión no solo impulsa a las empresas locales a reducir pérdidas, sino que también las vincula con una red global de distribución enfocada en sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
Este modelo ya ha sido implementado exitosamente en países de Europa, Asia y África, y ahora busca consolidarse en Colombia como una solución eficiente para enfrentar los retos logísticos, de almacenamiento y financieros que afectan al aparato productivo nacional.
Una alternativa real para exportadores sostenibles
La iniciativa de Ozeol está dirigida a empresas colombianas con capacidad exportadora y productos etiquetados para comercio internacional. La empresa actúa como puente entre el mercado colombiano y consumidores en el exterior, abriendo nuevas rutas comerciales para mercancías que, de otro modo, quedarían almacenadas o serían desechadas.
En un contexto donde la sostenibilidad ya no es una opción sino una necesidad, este tipo de propuestas permiten a la industria nacional alinearse con tendencias globales, impulsar la economía circular y fortalecer su presencia en el comercio internacional.