Descubrimiento del Fósil de Protolamna ricaurtei: El Tiburón Gigante Más Completo y Antiguo del Mundo


Historia del Descubrimiento: De un Campo a un Tesoro Científico

El fósil fue encontrado en 1993 por el campesino Arquímedes Moreno en la loma La Catalina, cerca de Villa de Leyva (Boyacá), un sitio famoso por su riqueza fósil en la Formación Paja. Moreno lo entregó a la Junta de Acción Comunal local, y en 2015 pasó a la Fundación Santa Teresa de Ávila. En 2018, llegó en préstamo a la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), donde inició un riguroso proceso de estudio liderado por paleontólogos del Servicio Geológico Colombiano (SGC) y la UNAL.

Inicialmente, los investigadores —incluyendo a María Páramo-Fonseca y Cristian Benavides-Cabra— pensaron que se trataba de un plesiosaurio (un reptil marino). Sin embargo, al analizar las vértebras, confirmaron que era un tiburón lamniforme del Cretácico Inferior (hace unos 114 millones de años). El trabajo de preparación y reconstrucción tomó siete años y medio, descrito por Benavides-Cabra como "una caja de sorpresas" por su delicadeza y las revelaciones constantes.

En redes sociales, el anuncio ha sido viral: posts en X (Twitter) destacan su conservación excepcional, con ilustraciones científicas y hilos que lo comparan con otros fósiles colombianos como la Titanoboa. Por ejemplo, un ilustrador geólogo compartió una reconstrucción del tiburón, y medios como El Espectador y Cambio Colombia lo cubrieron ampliamente en septiembre de 2025.

Detalles del Fósil: ¿Por Qué Es Tan Especial?

Este ejemplar mide 6,65 metros de longitud, similar al gran tiburón blanco moderno (Carcharodon carcharias), pero con dientes más pequeños (hasta 2 cm). Conserva:

 

107 vértebras articuladas: Permiten reconstruir la columna vertebral completa.

Múltiples dentículos (escamas de tiburón).

Rastros de tejidos blandos: Incluyendo cartílago, músculos y piel —algo "rarísimo" en fósiles de tiburones, ya que su esqueleto cartilaginoso suele descomponerse.

Al menos 100 dientes: Articulados en un conjunto parcial, lo que lo hace único.

 

Es el fósil de tiburón lamniforme gigante más completo y antiguo registrado en el planeta, superando a otros especímenes conocidos solo por dientes aislados. Su preservación se debe al ambiente anóxico (bajo en oxígeno) del antiguo mar cálido que cubría el Altiplano Cundiboyacense hace más de 100 millones de años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CaracterísticaDetalles del FósilComparación con OtrosLongitud6,65 mSimilar a tiburón blanco actual; mayor que Protolamna sp. de Texas (estimado <5 m)Edad~114 Ma (Barremiano-Aptiano)Más antiguo que otros lamniformes sudamericanos (e.g., Albian de Perú)ConservaciónVértebras, dientes, tejidos blandosÚnico en familia Pseudoscapanorhynchidae; otros solo dientes aisladosDietaPeces, crustáceos, tiburones menoresNo depredador apex como Cretoxyrhina; boca más pequeña que ancestros lamniformes

Contexto Científico: Evolución y Ecología

Protolamna ricaurtei pertenece al género Protolamna, uno de los lamniformes más antiguos (Orden Lamniformes, que incluye tiburones blancos, makos y tiburones peregrinos). Nombrada en 2019 en honor a Antonio Ricaurte (héroe independentista de Villa de Leyva), esta especie es la primera Protolamna con conjunto de dientes articulados, iluminando la paleodiversidad en el margen noroccidental de Gondwana.

 

Hábitat: Vivió en un mar epicontinental cálido (proto-Mar Caribe), parte de la Formación Paja, rica en fósiles como plesiosaurios (Muiscasaurus catheti), pterosaurios y peces. Villa de Leyva es un "hotspot" fósil, con amonitas en las calles y un pliosaurio de 10 m exhibido en un museo local.

Cazador Formidable: No era veloz como tiburones modernos, pero su cuerpo robusto lo hacía letal. Estudios estiman que su boca era más pequeña que otros lamniformes primitivos, sugiriendo un rol de depredador mesocarnívoro (nivel trófico bajo en la cadena alimentaria). Esto obliga a revisar métodos para estimar tamaños de tiburones extintos basados solo en dientes.

Implicaciones Evolutivas: Revela que los lamniformes gigantes existieron temprano en el Cretácico, con tejidos blandos que aportan datos inéditos sobre su anatomía y evolución. Un estudio de 2024 en Cretaceous Research analiza su red ecológica en la Formación Paja, mostrando los niveles tróficos más altos estimados en biotas marinas cretácicas.

 

El artículo principal, publicado en septiembre de 2025 en Cretaceous Research (revista especializada en el Cretácico), es obra de Benavides-Cabra et al. y rinde homenaje a Páramo-Fonseca, pionera en paleontología colombiana.

Impacto y Relevancia Actual

Este fósil consolida a Colombia —y Villa de Leyva— como referente mundial en paleontología cretácica. Aporta a debates sobre extinciones masivas (e.g., Cretácico-Paleógeno) y cambio climático, ya que los lamniformes sufrieron impactos selectivos. En redes, genera entusiasmo: posts comparan su tamaño con anacondas prehistóricas como Titanoboa (descubierta en La Guajira, 58 Ma, hasta 14 m). Futuros proyectos incluyen exhibiciones en el Museo Geológico Nacional José Royo y Gómez (SGC).


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