Sin estudios técnicos sobre el impacto ambiental y pese a la oposición de diversos sectores, entre ellos la Iglesia Católica, el Congreso salvadoreño aprobó el lunes la Ley General de Minería Metálica, una propuesta del presidente Nayib Bukele que asegura transformará El Salvador, generando riqueza y “miles de empleos de calidad”.
Los diputados del partido oficialista Nuevas Ideas y sus aliados además derogaron la Ley de Prohibición de la Minería Metálica emitida el 29 de marzo de 2017, que en esa fecha convirtió a El Salvador en el primer país en el mundo en prohibir la minería de metales.
Después de prolongados debates y expresiones de diversos sectores, liderados por la Iglesia Católica, el Congreso de esa época consideró esa actividad como una amenaza ambiental debido a la excesiva demanda de agua que exige y al drenaje de metales pesados y de desechos tóxicos como mercurio y cianuro.
Sin embargo, recientemente el presidente Bukele se pronunció a favor de la minería de oro y calificó de absurda una prohibición para la extracción de metales por ser una amenaza ambiental.
Al mismo tiempo, aseguró que la minería en El Salvador sería “moderna y sostenible” y cuidaría el medio ambiente.
Bukele destacó a través de las redes sociales que toda la riqueza potencial en oro que existe en El Salvador podría equivaler a “3 billones de dólares”, que, según sus cálculos, representa 8.800% del Producto Interno Bruto nacional, que cerró en 2023 en 34.015 millones de dólares.
La Ley General de Minería Metálica aprobada con los votos de 57 de los 60 diputados del Congreso, habilita al Estado como único responsable de explorar, extraer y procesar minerales en el territorio nacional, eliminando la necesidad de concesiones legislativas. Los tres diputados de oposición votaron en contra.
Señala que las sociedades de economía mixta podrán tener participación en la explotación, donde el Estado tendrá participación accionaria y podrán “explorar, extraer y procesar las riquezas naturales del país.”.