Washington, D.C. – Miles de refugiados aprobados para ingresar a los Estados Unidos se encuentran atrapados en un limbo, después de que se suspendieran sus vuelos a raíz de una orden ejecutiva firmada por el expresidente Donald Trump durante su primer día en el cargo. Esta medida ha interrumpido el programa de reasentamiento de refugiados, dejando a familias enteras en la incertidumbre, sin saber cuándo podrán empezar una nueva vida en territorio estadounidense.
Entre los más afectados se encuentran más de 1,600 ciudadanos afganos que trabajaron junto a las fuerzas armadas de EE.UU. durante la guerra en Afganistán, así como aquellos con familiares activos en el ejército de Estados Unidos. Estas personas, que habían superado rigurosos procesos de selección y tenían vuelos programados, ahora se encuentran en una situación desesperante.
La administración comunicó esta decisión a través de un correo oficial, anunciando que todas las llegadas serían suspendidas "hasta nuevo aviso". Esta acción ha generado una crisis humanitaria sin precedentes, dejando a miles de personas en condiciones vulnerables mientras esperan noticias sobre su futuro en el país.
La medida ha sido ampliamente criticada por defensores de los derechos humanos y diversas organizaciones internacionales, que califican esta política como una regresión en las políticas de acogida de refugiados. Este giro drástico subraya el impacto de las decisiones ejecutivas en las vidas de quienes buscan protección y estabilidad en Estados Unidos.