La policía de Colombia capturó este sábado a un hombre señalado de conseguir el arma y contratar al menor de edad que disparó en el brutal atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, quien permanece en cuidados intensivos.
Elder José Arteaga Hernández, conocido con el alias de “El Costeño”, es considerado por las autoridades como uno de los cerebros logísticos y pieza clave para llegar a los autores intelectuales del ataque perpetrado el 7 de junio.
“Un delincuente con más de 20 años de trayectoria criminal, aquel que participó directamente, aquel que materializó y organizó el antes de este atentado criminal, el durante y el después”, dijo en una rueda de prensa en Bogotá el director de la Policía, Carlos Fernando Triana Beltrán.
El senador del derechista Centro Democrático, de 39 años, recibió tres disparos, dos de ellos en la cabeza, durante un acto político en un parque de la capital. Tras varias cirugías, ha mostrado cierta mejoría pero su estado de salud sigue siendo grave.
Las autoridades ya han capturado a cinco presuntos implicados, incluido el pistolero: un adolescente de 15 años que fue detenido minutos después del ataque y fue herido de bala por parte de los guardaespaldas de Uribe.
El Costeño, con circular roja de Interpol, “sería el encargado de realizar las labores de coordinación de la acción delincuencial, así como la identificación y entrega del arma al adolescente que habría ejecutado el atentado”, indicó la policía.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, aseguró en la red social X que el detenido “habría negociado la ejecución del crimen” por el equivalente a unos $250,000.
“Planeó la fachada, los movimientos y hasta ordenó silenciar a uno de sus cómplices tras el hecho”, añadió.
Arteaga deberá responder por los delitos de tentativa de homicidio agravado, fabricación, tráfico y tenencia de armas agravada, concierto para delinquir agravado y uso de menores en actos criminales.
Según la policía, es líder de una banda criminal en Bogotá “dedicada a múltiples delitos”, pero aún está en investigación si tiene nexos con grupos armados más poderosos.
Las autoridades ofrecen una recompensa de unos $750,000 por información que permita la captura de los responsables.