Washington. El congresista republicano estadounidense Mario Díaz-Balart presentó un proyecto de ley que propone reducir en 50% la ayuda no militar a Colombia, argumentando que el gobierno de Gustavo Petro no ha utilizado estos recursos "de manera eficaz".
La propuesta de la comisión de asignaciones de la Cámara de Representantes, de la que Díaz-Balart es vicepresidente, sintoniza con la agenda del presidente Donald Trump, quien mantiene una relación tensa con Petro.
“Este proyecto de ley deja muy claro que los días de una política exterior estadounidense débil han terminado", declaró Díaz-Balart el miércoles en el Congreso. Según explicó, se busca condicionar o retener fondos para países que, como Colombia, “ya no promueven intereses comunes”, debido a lo que considera fallas del gobierno Petro en prevenir la violencia política, lo que —afirmó— ha provocado un deterioro económico y el fortalecimiento de estructuras criminales.
El proyecto corresponde al presupuesto federal para el año fiscal que termina el 30 de septiembre del 2026. Aún debe ser debatido en la Cámara y aprobado por el Senado.
En el informe adjunto, el congresista acusa a la administración Petro de no haber gestionado adecuadamente la asistencia estadounidense, y propone reducirla a la mitad respecto a los niveles del año fiscal 2025. Y denuncia “políticas perjudiciales, comportamiento errático y relaciones malignas” por parte del gobierno colombiano.
También señala un aumento en el consumo de drogas, "incluso en los niveles más altos del gobierno", y alerta sobre el deterioro de la seguridad y la creciente inestabilidad política, ejemplificada con el intento de asesinato del senador opositor y candidato presidencial Miguel Uribe en junio pasado.
Financiamiento a paramilitares
Un tribunal del departamento de Antioquia (noroeste) condenó el miércoles a siete exdirectivos de la multinacional bananera Chiquita Brands a más de 11 años de prisión y el pago de una multa de 3.4 millones de dólares por financiar a grupos paramilitares durante el conflicto armado interno.
Se estima que la multinacional transfirió unos 2 millones de dólares a las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), de extrema derecha, entre las décadas de 1990 y 2000.