Colombia alerta sobre posible "acción encubierta" de EE.UU. contra Venezuela y urge al diálogo en medio de escalada militar en el Caribe

 

Colombia alerta sobre posible "acción encubierta" de EE.UU. contra Venezuela y urge al diálogo en medio de escalada militar en el Caribe

Madrid/Bogotá, 19 de noviembre de 2025 – La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Rosa Yolanda Villavicencio, advirtió este miércoles desde Madrid que el Gobierno de Gustavo Petro considera "posible" que Estados Unidos esté preparando "una acción encubierta" contra Venezuela, en el contexto de la intensificación de operaciones militares estadounidenses en el mar Caribe desde septiembre. Villavicencio calificó la "presencia militar desorbitada" de Washington en la región como "una amenaza para América Latina y el Caribe", y reiteró el llamado de Bogotá al respeto irrestricto de la soberanía venezolana y al diálogo diplomático.

Las declaraciones de la canciller se produjeron durante una tribuna organizada por la Agencia EFE en la Casa de América de Madrid, en el marco de una visita oficial a España. Villavicencio, quien asumió el cargo en agosto de 2025 tras un breve período como encargada, enfatizó que, aunque la hipótesis de una operación encubierta es "incierta", cualquier intento de desestabilización en Venezuela generaría "un éxodo muy grande" de migrantes hacia Colombia, con graves consecuencias humanitarias y económicas.

"Corresponde a Estados Unidos recapacitar sobre la pertinencia de estas acciones", declaró la ministra, al criticar el "argumento falso" de la lucha antidrogas para justificar ataques letales contra embarcaciones. Según Villavicencio, Colombia ha combatido el narcotráfico "decididamente" sin necesidad de violar el Derecho Internacional Humanitario (DIH). "La otra opción es la barbarie", añadió, citando pronunciamientos de la ONU que condenan "muertes extrajudiciales".

Contexto: La escalada estadounidense en el Caribe

Desde septiembre de 2025, la Administración de Donald Trump ha ejecutado al menos 19 ataques aéreos y navales contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en aguas del Caribe y el Pacífico oriental, con un saldo de más de 80 muertos, según fuentes oficiales estadounidenses. Washington justifica las operaciones como parte de una campaña contra "narcoterroristas", principalmente vinculados al Tren de Aragua venezolano y otros grupos, aunque no ha presentado evidencias públicas concluyentes de cargamentos de drogas en la mayoría de los casos.

El Pentágono ha desplegado un amplio dispositivo militar, incluyendo el portaaviones nuclear USS Gerald R Ford, destructores, submarinos y aviones F-35, bajo el mando del Comando Sur (Southcom). Fuentes periodísticas como The New York Times y The Wall Street Journal indican que la operación, inicialmente enfocada en Venezuela, se ha extendido a costas colombianas, ecuatorianas y peruanas, generando protestas regionales.

Organismos internacionales, como expertos en derechos humanos de la ONU y Human Rights Watch, han calificado los ataques como posibles "ejecuciones extrajudiciales", al violar normas que exigen captura y juicio en lugar de fuerza letal en operaciones antinarcóticos.

Reacción regional y llamados a la desescalada

En la última Cumbre UE-CELAC celebrada en Santa Marta (Colombia), los líderes latinoamericanos y europeos coincidieron en rechazar "la presencia en el Caribe de toda la fuerza militar" y defender el DIH. La CELAC, por iniciativa colombiana, ha impulsado pronunciamientos conjuntos contra intervenciones unilaterales.

Villavicencio evitó confirmar contactos directos con Caracas sobre el tema, pero aseguró que Bogotá "tiende la mano" a Washington para un "diálogo político y diplomático". Sin embargo, admitió que "no hay mayor diálogo" con EE.UU., cuya posición considera rígida. La canciller también rechazó responder si Colombia comparte inteligencia antinarcóticos con Washington mientras persistan los ataques.

El presidente Petro ha sido más contundente: en redes sociales ha calificado algunas operaciones como "agresiones" y suspendido temporalmente el intercambio de información de seguridad con EE.UU. hasta que cesen los bombardeos.

Preocupaciones por migración y estabilidad

Colombia, que acoge a más de 2,8 millones de venezolanos desplazados por la crisis previa, teme que cualquier inestabilidad adicional provoque una nueva ola migratoria masiva. "Económicamente sería muy perjudicial", advirtió Villavicencio, quien alertó que Washington "se está quedando solo" en su enfoque unilateral, perdiendo "simpatía" internacional.

Fuentes diplomáticas europeas consultadas por EFE coinciden en que la escalada complica las relaciones transatlánticas y podría afectar acuerdos comerciales y de cooperación en migración y cambio climático.

Perspectivas

Aunque la Casa Blanca insiste en que las operaciones son "defensivas" y limitadas al narcotráfico, analistas como los de Insight Crime y WOLA (Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos) cuestionan su efectividad: la cocaína sigue fluyendo principalmente desde Colombia, y el fentanilo –principal causa de sobredosis en EE.UU.– proviene casi exclusivamente de México.

Con el despliegue militar en curso y sin señales de retroceso por parte de Trump, la región observa con inquietud si las advertencias colombianas se materializarán en una crisis mayor o si primará la vía diplomática que Bogotá defiende con insistencia.

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