Tensiones diplomáticas en Bogotá: Petro pospone visita a China por roce con Taiwán tras viaje de congresistas
**Bogotá, 29 de noviembre de 2025** – En un movimiento que expone las fricciones internas en la política exterior colombiana, el presidente Gustavo Petro ha reprogramado su viaje oficial a China, previsto para diciembre, hasta el primer trimestre de 2026. La decisión, atribuida a una "agenda diplomática" por fuentes gubernamentales, surge en medio de un escándalo diplomático desatado por la visita de una delegación del Congreso a Taiwán, la isla que Pekín considera parte inalienable de su territorio.
La controversia estalló la semana pasada, cuando los presidentes de las Comisiones Segundas de Relaciones Exteriores del Senado y la Cámara de Representantes, Mauricio Giraldo (Partido Conservador) y Mauricio Londoño (Partido de la U), respectivamente, aterrizaron en Taipéi el 24 de noviembre para una agenda de cuatro días. La comitiva, integrada también por otros senadores y representantes, se reunió con altos funcionarios taiwaneses, incluyendo una cena con el ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu. El objetivo declarado: explorar "oportunidades de comercio, cooperación y desarrollo" en sectores como tecnología, agricultura, salud e innovación.
Durante el viaje, Giraldo generó alarma al abogar públicamente por el "restablecimiento de una oficina comercial colombiana en Taipéi", similar a la que operó entre 1995 y 2002 antes de cerrarse por limitaciones presupuestales del gobierno de entonces. "Esto fortalecería las oportunidades para Colombia", enfatizó el senador conservador en un comunicado, argumentando que su labor se enmarca en funciones constitucionales y no requiere "explicaciones al Gobierno".
La Cancillería colombiana reaccionó de inmediato. El 26 de noviembre, emitió un comunicado desmintiendo categóricamente cualquier plan para abrir una representación en la isla y reafirmando el compromiso con el principio de "una sola China". "Las declaraciones de los congresistas no reflejan ni comprometen la posición oficial del país", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores, recordando que Colombia rompió relaciones diplomáticas con Taiwán en 1980 para reconocer a la República Popular China (RPC). Fuentes del Palacio de San Bartolomé confirmaron a este medio que el aplazamiento del viaje de Petro y la canciller Rosa Villavicencio obedece a "motivos de agenda diplomática", aunque analistas vinculan directamente el cambio a la necesidad de calmar las aguas con Pekín, principal socio comercial de Colombia en Asia.
Este no es un incidente aislado en las relaciones bilaterales. Colombia mantiene una Oficina Comercial de Taipéi en Bogotá desde 1980, bajo el paraguas de la "una sola China", pero sin reciprocidad oficial. El intercambio comercial con Taiwán alcanzó los 580 millones de dólares en 2024, con énfasis en semiconductores y tecnología, donde la isla es líder global. Delegaciones colombianas de diversos partidos han visitado Taipéi en años recientes, pero esta vez el timing coincidió con el reciente ingreso de Colombia a la Nueva Ruta de la Seda en octubre, un megaprograma de inversiones chinas que busca expandir su influencia en América Latina.
El roce ha avivado un debate interno sobre los límites de la autonomía congresional en asuntos exteriores. Giraldo defendió su gira como un "deber de buscar oportunidades para los colombianos", mientras que Londoño evitó pronunciamientos directos. Desde la oposición, la senadora Paola Holguín (Centro Democrático) respaldó la iniciativa, afirmando que "la postura del Gobierno Petro frente a Taiwán no representa el sentir de la Nación" y destacando el aporte histórico de la isla a comunidades vulnerables en Colombia. En redes sociales, el viaje ha polarizado opiniones: algunos usuarios lo tildan de "sabotaje" a las relaciones con China por parte de "extrema derecha", mientras que otros critican al Ejecutivo por su rigidez.
El embajador chino en Bogotá, Zhu Jingyang, no ha comentado directamente el incidente, pero su cuenta oficial en X (antes Twitter) republicó el comunicado de la Cancillería, enfatizando el apoyo colombiano al principio de "una sola China". Este episodio se suma a recientes tensiones entre Pekín y sectores empresariales colombianos, como el cruce de trinos entre el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, y Zhu por un decreto que rebaja aranceles a importaciones chinas, visto como una amenaza a la industria local.
Para la diáspora colombiana en Asia –unos 10.000 en Taiwán–, el affair genera preocupación. Inder Ramírez, delegado de la sociedad civil para migraciones en la región, advirtió que promesas "improvisadas" como la reapertura de oficinas confunden a los connacionales y exponen riesgos en un contexto geopolítico volátil, sin avances reales en protección consular. Expertos coinciden: el aplazamiento del viaje de Petro busca un "toque de atención" interno, priorizando la cohesión estatal ante la presión china, pero podría enfriar inversiones clave en infraestructura y tecnología.
Mientras Pekín observa, Bogotá navega entre el pragmatismo económico y las lealtades ideológicas de un gobierno que ha fortalecido lazos con Xi Jinping. La reprogramación deja en el aire acuerdos pendientes, como la ampliación de exportaciones agrícolas colombianas, y subraya la fragilidad de la diplomacia en tiempos de rivalidades globales. ¿Un tropiezo pasajero o el preludio de un enfriamiento bilateral? Solo el tiempo –y la agenda de 2026– lo dirá.
