Fiesta Sobre Dos Ruedas: 800 Ciclistas Conquistan el Oriente Antioqueño en el Clásico El Colombiano 2025

 

### Fiesta Sobre Dos Ruedas: 800 Ciclistas Conquistan el Oriente Antioqueño en el Clásico El Colombiano 2025


**El Retiro, Antioquia, 1 de diciembre de 2025** – Bajo un cielo nublado y el frío penetrante de la madrugada, 800 apasionados del pedal se congregaron este domingo en las calles empedradas de El Retiro para dar vida a la edición 52 del Clásico El Colombiano, la prueba recreativa de ciclismo más emblemática de Colombia. El evento, que transforma las carreteras del Oriente antioqueño en un escenario de superación y camaradería, coronó a Miguel Pajón como rey de los 63 kilómetros y a Juan Guillermo Montoya como dominador del gran fondo de 113 kilómetros, en una jornada que no solo midió fuerzas físicas, sino que celebró legados familiares y la resiliencia humana.


La salida, programada a las 6:00 a.m., vibró con la energía de ciclistas de todas las edades –desde los 18 años en adelante– que desafiaron el rocío matutino y las pendientes traicioneras de la región. El gran fondo, con un desnivel positivo de 2.060 metros, serpenteó por La Ceja, La Unión, El Carmen de Viboral y Rionegro, antes de retornar a El Retiro. Por su parte, el medio fondo de 63 kilómetros, con 780 metros de ascenso y abierto a bicicletas de ruta y montaña, se convirtió en un terreno técnico que puso a prueba la pericia de los competidores, con descensos vertiginosos y subidas que exigían un pulso de acero.


Miguel Pajón, heredero de una dinastía ciclista que incluye a su padre Carlos Mario –vicepresidente de la Federación Colombiana de Ciclismo– y a su hermana Mariana, triple medallista olímpica en BMX, cruzó la meta en solitario con un tiempo de 1 hora y 44 minutos. Su victoria no fue exenta de drama: a mitad de carrera, una llanta pinchada lo obligó a improvisar, pero el antioqueño de 28 años mantuvo el ritmo en un trazado "demasiado rápido" y "complicado". "Se siente mucha felicidad saber que, como ellos [sus familiares], yo también pude vencer en esta importante carrera", declaró Pajón, dedicando el triunfo al nacimiento de su sobrino Teo Pelluard Pajón, hijo de Mariana, quien llegó al mundo el 28 de noviembre en medio de la euforia previa al evento. "Esta victoria es para él; nos tiene muy contentos. Fue muy duro, una prueba muy técnica, pero había que tener precaución en los descensos. Las subidas también fueron complicadas, y la dureza se me hizo mayor por el pinchazo", agregó el campeón, quien se une a la lista de glorias familiares que han dominado el Clásico en ediciones pasadas.


En el reto mayor, Juan Guillermo Montoya, apodado "Pesicolo", se impuso en la categoría open (18-35 años) con una demostración de solidez en el exigente relieve montañoso. Su victoria consolidó el dominio antioqueño en un evento que atrae a talentos locales e internacionales, como el español Miquel López, quien viajó desde Dallas para sumarse a la fiesta. Entre los debutantes y veteranos, destacaron figuras como Martín Restrepo López, el joven estudiante que regresa como campeón defensor de ediciones previas y quien este año desafió a la élite en un mano a mano épico, aunque no se reportaron podios específicos más allá de los principales.


Pero el alma del Clásico late en sus relatos humanos. Mario Rivera, a punto de cumplir 79 años, se convirtió en el protagonista indiscutible de la jornada al completar su participación impecable en los 63 kilómetros: es el único hombre que ha pedalado en **todas las 52 ediciones** del evento. Ganador de seis Clásicos –el primero en 1974–, Rivera ha enfrentado fracturas faciales por accidentes previos, hospitalizaciones y tormentas familiares, pero nada lo ha detenido. "Extraño este evento cada año. Uno no viene acá por un resultado, sino a disfrutar, a ser ejemplo a seguir, a inspirar a la gente a que haga deporte. Es como un ritual", confesó el veterano, con la voz cargada de emoción. "En 52 años han pasado demasiadas historias como para escribir un libro. Esto es lo máximo; todo el año me entreno para correrlo. Una vez me accidenté antes de la carrera, me fracturé la cara... pero todo eso se ha superado para poder estar en el Clásico, una fiesta deportiva con un componente social que vale la pena apoyar. Que ejecutivos corrieran en ese tiempo era extraño, nos veían como unos extraterrestres. Le doy gracias a mis amigos por impulsarme y a *El Colombiano* por no dejar morir esta carrera tan bonita".


Carlos Mario Pajón, padre de los hermanos Pajón, no ocultó su orgullo al celebrar no solo la victoria de su hijo, sino el nacimiento de su nieto. "Hay un motivo muy especial para compartir y el cual nos llena de mucha felicidad: el nacimiento del hijo de Mariana. Estamos ahora disfrutando de la bici en ese Clásico. Ahora que termine esta carrera, vamos a ir a disfrutar del nieto poquito. Para mí, este Clásico es la carrera más linda de ciclismo que hay en Antioquia", afirmó, subrayando el lazo familiar que une generaciones en el pedal.


Nacido hace 52 años bajo la iniciativa de *El Colombiano*, el Clásico surgió como un espacio para ejecutivos que osaban desafiar el estigma social del ciclismo recreativo. Lo que empezó como una rareza –"nos veían como extraterrestres", evoca Rivera– ha evolucionado en un pilar del deporte comunitario, fomentando inclusión femenina, superación personal y un impacto social que trasciende las metas. Hoy, con 800 participantes y un eco en redes sociales que supera los miles de interacciones, el evento inspira a jóvenes como Restrepo y veteranos como Rivera, recordando que el ciclismo no es solo velocidad, sino un ritual de vida.


Mientras los ciclistas regresan a sus rutinas, el Oriente antioqueño guarda el eco de pedales y risas. El Clásico El Colombiano 2025 no solo midió distancias, sino que tejió historias eternas sobre dos ruedas, probando una vez más que en Antioquia, el corazón late al ritmo del ascenso.

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