Escándalo en la BBC: Renuncias de alto nivel por edición manipuladora en documental sobre Trump y amenaza de demanda millonaria

 




Escándalo en la BBC: Renuncias de alto nivel por edición manipuladora en documental sobre Trump y amenaza de demanda millonaria

Londres, 10 de noviembre de 2025 – La cadena pública británica BBC atraviesa una de sus peores crisis en décadas tras la dimisión simultánea de su director general, Tim Davie, y la jefa de noticias, Deborah Turness, desatada por acusaciones de sesgo en un documental sobre Donald Trump. El escándalo, revelado por un memo interno filtrado, ha culminado en una amenaza de demanda por al menos 1.000 millones de dólares de parte del presidente estadounidense, quien acusa a la BBC de "falsedades difamatorias" que interfirieron en las elecciones de 2024. Mientras la corporación defiende su imparcialidad, el episodio reaviva debates sobre su financiación pública y su rol en un panorama mediático polarizado.

El detonante fue el programa Panorama, emblema del periodismo investigativo de la BBC, que emitió el 28 de octubre de 2024 –apenas días antes de la elección presidencial en EE.UU.– el documental Trump: A Second Chance?. En él, se editó el discurso de Trump del 6 de enero de 2021, día del asalto al Capitolio, uniendo dos fragmentos separados por más de 50 minutos. En la versión original, Trump decía: "Vamos a caminar hacia el Capitolio y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas". Sin embargo, la edición lo presentó como: "Vamos a caminar hacia el Capitolio... y estaré con ustedes. Y luchamos. Luchamos como el infierno", fusionando con una sección posterior donde Trump usaba "luchar" 20 veces para referirse a la "corrupción electoral". Esta manipulación creó la falsa impresión de que Trump incitaba directamente a la violencia, según críticos.

La revelación surgió de un memo confidencial de 19 páginas escrito por Michael Prescott, exasesor independiente del comité de estándares editoriales de la BBC, quien abandonó su puesto en junio de 2025 por "desesperación ante la inacción ejecutiva". En el documento, Prescott no solo denuncia la edición del discurso de Trump como "completamente engañosa", sino que acusa a la cadena de sesgos sistémicos: cobertura pro-palestina en BBC Arabic durante la guerra Israel-Gaza, "censura" de temas transgénero por un supuesto agenda pro-trans de reporteros especializados, y distorsiones anti-Trump en entrevistas, como la omisión de contexto en comentarios sobre la excongresista Liz Cheney. Prescott cuestiona la credibilidad de la BBC: "¿Por qué debería confiar en la BBC, y dónde terminará todo esto?".

El Daily Telegraph publicó extractos del memo el 3 de noviembre, desatando una avalancha de quejas –más de 500 solo en los últimos días– y la intervención de los abogados de Trump. En una carta enviada a la BBC, exigen una retractación "completa y justa" del documental, una disculpa pública por las "declaraciones falsas, difamatorias y engañosas", y una compensación por el "daño abrumador financiero y reputacional" sufrido por el presidente. El plazo vence el jueves 14 de noviembre a las 22:00 GMT; de lo contrario, se presentará la demanda por al menos 1.000 millones de dólares. Trump celebró la filtración en redes sociales, calificando a los periodistas de la BBC como "gente muy deshonesta que intentó inclinar la balanza de una elección presidencial" y un "terrible golpe para la democracia". Su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, tildó a la cadena de "100% noticias falsas".

Las renuncias de Davie y Turness, anunciadas el domingo 9 de noviembre, marcan un terremoto en la cúpula de la BBC. Davie, al frente desde septiembre de 2020, asumió la "responsabilidad última" por "errores cometidos", aunque su salida también responde a una serie de controversias previas, como fallos en coberturas de Gaza y un festival de Glastonbury. Turness, CEO de Noticias y Actualidad desde hace tres años, admitió el "daño" causado por el escándalo, pero negó rotundamente un sesgo institucional: "En la BBC no hay parcialidad; por eso es el proveedor de noticias en el que más se confía en el mundo". El presidente del Consejo de la BBC, Samir Shah, respaldó esta defensa: "Simplemente, no es verdad" las acusaciones de sesgo generalizado, aunque reconoció un "error de juicio" en la edición y prometió disculpas. La cadena ha iniciado reformas, como la reestructuración del equipo de BBC Arabic, la creación de una unidad de investigación en redes sociales y la designación de un nuevo jefe de estándares editoriales.

El episodio ha polarizado opiniones. En el Reino Unido, el líder liberal demócrata Ed Davey urgió a figuras como Keir Starmer, Kemi Badenoch y Nigel Farage a condenar el "ataque" de Trump a la BBC, afirmando: "La BBC pertenece a Gran Bretaña, no a Trump". Badenoch, jefa conservadora, exigió pruebas de imparcialidad para justificar la tasa de televisión obligatoria, mientras Farage clamó por un "cambio total". La secretaria de Cultura, Lisa Nandy, agradeció a Davie su liderazgo en tiempos turbulentos y enfatizó la revisión de la Carta Real de la BBC, prevista para antes de 2027, como oportunidad de reforma. En redes como X (ex-Twitter), el tema genera furor: defensores ven un "ataque coordinado y políticamente motivado" contra la prensa libre, mientras críticos exigen abolir la licencia de TV por "sesgo izquierdista crónico".

Este no es el primer escándalo que sacude a la BBC: en 2012, el director general George Entwistle dimitió tras 54 días por un reportaje falso sobre abusos infantiles. La corporación, financiada por una tasa anual de 169 libras por hogar, enfrenta presiones crecientes en una era de desinformación y polarización transatlántica. Con la transición a un nuevo director general en meses –posiblemente dividiendo el rol en corporativo y editorial–, la BBC debe navegar no solo la amenaza legal de Trump, sino restaurar la confianza en un mundo donde la verdad parece negociable. Shah lo resumió: "Es un día triste, pero necesario para avanzar".

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