Francia redobla esfuerzos contra el narcotráfico en América Latina: Barrot anuncia academia regional desde Colombia en medio de la Cumbre UE-CELAC
Santa Marta, Colombia – 9 de noviembre de 2025 – En un contexto marcado por el auge del tráfico de drogas que "inunda" Europa y amenaza la seguridad pública, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, reafirmó este sábado la "determinación" de su gobierno para "combatir" el narcotráfico y otros ilícitos transnacionales. Desde Puerto Antioquia, en la costa caribeña colombiana –una zona de influencia del temido Clan del Golfo–, Barrot anunció la creación de una academia regional dedicada a la lucha contra el crimen organizado, como parte de una estrategia más amplia de cooperación con América Latina.
"Estamos decididos a combatir a estos tráficos de todo tipo, no solo el narcotráfico, que plantean cuestiones de salud pública para nuestro país, pero también de seguridad para las francesas y los franceses", declaró Barrot en exclusiva a la Agencia France-Presse (AFP), subrayando que Francia no será "espectadora" de la "explosión" del narcotráfico en América Latina, el Caribe y Europa. Esta declaración llega en vísperas de la IV Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebra este domingo y lunes en Santa Marta con una participación menguada de jefes de Estado, apenas nueve según reportes preliminares.
Una ofensiva francesa contra el "flujo tóxico" hacia Europa
El anuncio de Barrot no es aislado: forma parte de una ofensiva diplomática y operativa que Francia impulsa en la región. El canciller galo reveló un incremento del 20% en el personal especializado dedicado a la cooperación antinarcóticos, junto con la inminente inauguración de una academia regional en la República Dominicana para capacitar a fuerzas de seguridad latinoamericanas en inteligencia, investigación y desmantelamiento de redes criminales. Además, París negocia un acuerdo bilateral de extradición con Colombia, enfocado en líderes de carteles como el Clan del Golfo, responsable de gran parte del flujo de cocaína hacia puertos europeos como Le Havre y Rotterdam.
Barrot criticó duramente las tácticas unilaterales de Estados Unidos, como los ataques a lanchas rápidas en aguas internacionales, que calificó de "violaciones al derecho marítimo internacional". "Francia combate el narcotráfico con cooperación, no con violencia", enfatizó, abogando por un enfoque multilateral que involucre a la UE y CELAC. Esta postura resuena en un momento de tensiones crecientes entre Washington y América Latina, exacerbadas por la reelección de Donald Trump y su agenda proteccionista, que ha generado ausencias notables en la cumbre, incluyendo a líderes de Brasil (aunque Lula asistió) y México (representado por el canciller Juan Ramón de la Fuente).
El contexto regional es alarmante: según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Colombia sigue siendo el mayor productor mundial de hoja de coca, con un 60% del total global en 2024, y el Clan del Golfo controla rutas clave en el Urabá antioqueño, desde donde parten envíos que saturan el mercado europeo con heroína sintética y cocaína. En Francia, el consumo de drogas ha disparado las muertes por sobredosis en un 30% en los últimos dos años, impulsando a París a invertir 150 millones de euros anuales en programas antinarcóticos en el exterior.
La Cumbre UE-CELAC: Multilateralismo a prueba en Santa Marta
Barrot llega a Colombia tras una gira por México y Canadá, donde defendió el multilateralismo en foros como el G7 y la UE-CELAC. La cumbre, pospuesta desde 2023 por desacuerdos políticos, se centra en la "triple transición" –energética, digital y ambiental–, pero el narcotráfico emerge como tema transversal. El anfitrión, el presidente colombiano Gustavo Petro, propuso el "resurgimiento de la Gran Colombia" como bloque económico para contrarrestar el crimen organizado y potenciar el comercio Sur-Sur.
Sin embargo, la asistencia limitada –con ausencias de España, Alemania y potencias como Argentina– ha sido calificada de "fracaso diplomático" por analistas, atribuida a fatiga post-pandemia y desacuerdos sobre migración y cambio climático. Líderes presentes, como la presidenta hondureña Xiomara Castro, exigieron el fin de bloqueos a Cuba y solidaridad con Palestina, mientras el presidente venezolano Nicolás Maduro –vía mensaje– llamó a proteger el "Caribe como zona de paz" y rechazó cualquier "tutelaje" externo.
Desde México, De la Fuente transmitió el énfasis de la presidenta Claudia Sheinbaum en el "diálogo para la paz" y la colaboración interregional. En el Foro Empresarial paralelo, se discutió la inversión en salud como "motor de resiliencia", con participación de entidades como el Invima colombiano.
Implicaciones para el futuro: ¿Una alianza transatlántica viable?
La iniciativa francesa podría catalizar una alianza UE-CELAC contra el crimen organizado, con énfasis en inteligencia compartida y desarrollo alternativo en zonas cocaleras. Expertos como los del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia) ven en la cumbre una "oportunidad para reprogramar el multilateralismo con reglas justas y soberanía", pero advierten de desafíos como la brecha digital y las tensiones geopolíticas.
Mientras Santa Marta –más preparada para turistas que para cumbres internacionales– vibra con conciertos y foros paralelos, la declaración conjunta esperada para el lunes podría marcar un giro: de la retórica a acciones concretas contra un enemigo común que no respeta fronteras. Como afirmó Barrot, "el narcotráfico no es solo un problema latinoamericano; es una amenaza global que exige respuestas globales"
