IV Cumbre CELAC-UE arranca en Santa Marta bajo la sombra de ausencias masivas y la escalada militar de Trump en el Caribe

 



IV Cumbre CELAC-UE arranca en Santa Marta bajo la sombra de ausencias masivas y la escalada militar de Trump en el Caribe

Santa Marta, Colombia, 9 de noviembre de 2025 – La IV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) inició este domingo en la vibrante ciudad caribeña de Santa Marta con un sabor agridulce: solo nueve líderes de ambos bloques acudieron en persona, en medio de cancelaciones de último minuto y una asistencia que apenas superó las expectativas mínimas. El evento, que se extenderá hasta el 10 de noviembre, busca revitalizar las relaciones birregionales tras la última reunión en Bruselas en 2015 –no en 2023, como se había anunciado inicialmente–, pero arranca empañado por la menguada participación y la tensión generada por los ataques estadounidenses contra presuntas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico, ordenados por el gobierno de Donald Trump.

La cumbre, organizada por Colombia bajo la presidencia pro tempore de la CELAC que ostenta Gustavo Petro, reúne a representantes de más de 60 países para discutir temas cruciales como el comercio birregional, la transición energética, digital y ambiental, y la cooperación contra el crimen organizado. Sin embargo, la ausencia de figuras clave –incluyendo a la mayoría de los presidentes europeos y latinoamericanos– ha generado críticas por el bajo perfil del encuentro, que se esperaba como un hito para fortalecer lazos en un mundo multipolar. "Es una oportunidad histórica para reprogramar el multilateralismo con reglas más justas", señaló el centro de estudios Dejusticia en un análisis previo, aunque la realidad en el terreno apunta a un foro más simbólico que transformador. (Post en X de Dejusticia).

Una foto grupal con huecos notables

La ceremonia de inauguración, realizada en el Centro de Convenciones de Santa Marta, contó con la presencia de solo nueve jefes de Estado y de Gobierno: el anfitrión Gustavo Petro (Colombia), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Xiomara Castro (Honduras, representada por su vicecanciller Gerardo Torres Zelaya), António Costa (Portugal, como presidente del Consejo Europeo), Pedro Sánchez (España), Dick Schoof (Países Bajos), Nikos Christodoulides (Chipre), y los líderes de Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas. México, por su parte, envió al secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, quien transmitió un mensaje de la presidenta Claudia Sheinbaum enfatizando el diálogo para la paz y la colaboración interregional. (Post en X de MVS Noticias).

Entre las ausencias más destacadas figuran el presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana (o su sucesor, dada la transición política en Berlín), el primer ministro británico (post-Brexit), y líderes latinoamericanos como el argentino Javier Milei, el chileno Gabriel Boric y el venezolano Nicolás Maduro, quien envió un mensaje grabado desde Caracas. Barbados y Belice optaron por sus ministros de Exteriores, mientras que Finlandia aún no ha designado representante. "La ausencia de la mayoría de líderes lastra una cumbre pensada para unir lazos", lamentó El País en una crónica previa.

Razones para las cancelaciones varían: agendas internas en Europa, tensiones políticas en América Latina y, sobre todo, la proximidad de la cumbre con eventos globales como la COP30 en Brasil. Pero el bajo interés mediático y la percepción de "fatiga diplomática" post-pandemia han sido factores clave, según analistas.

Discursos de unidad en tiempos de división

El presidente Petro abrió la plenaria con un llamado vehemente a la "democracia global" y al resurgimiento del proyecto de la Gran Colombia como símbolo de integración regional, proponiendo una "patria grande" que incluya a América Latina y el Caribe en alianza con Europa. (Post en X de Paola Avendaño). "Desde esta tierra de unidad y lucha, morazánica y bolivariana, invitamos a Europa a construir conjuntamente el sueño de la unidad", enfatizó el vicecanciller hondureño Gerardo Torres Zelaya en nombre de Xiomara Castro, reafirmando el respeto al derecho internacional y exigiendo el fin de bloqueos contra Cuba, el genocidio en Gaza y la presencia militar en el Caribe.

Lula da Silva, por su lado, abogó por una "triple transición" –energética, digital y ambiental– como eje de la cooperación, mientras que António Costa, presidente del Consejo Europeo, subrayó la necesidad de "armonizar agendas" para el desarrollo sostenible. Venezuela, ausente físicamente, hizo eco a través de Maduro: "Venezuela no acepta ni aceptará tutelaje alguno" y llamó a proteger la "zona de paz" de América Latina y el Caribe. (Post en X de Neriangel Ramírez).

El Foro Empresarial ALC-UE, paralelo a la cumbre, destacó paneles sobre inversión en salud como motor de resiliencia, con participación de figuras como el director del Invima colombiano. (Post en X de Invima).

La irrupción de la "guerra contra las drogas" de Trump

El telón de fondo más inquietante es la escalada militar ordenada por Donald Trump contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico. Desde septiembre, EE.UU. ha destruido al menos 18 botes en el Caribe y Pacífico, causando más de 70 muertes –incluyendo civiles, según investigaciones periodísticas– bajo la justificación de declarar a los cárteles como "combatientes ilegales". El último ataque, el 5 de noviembre, dejó dos muertos en el Pacífico, elevando la cifra a 66 confirmados.

Estos incidentes, que Trump califica de "necesarios para frenar el flujo de drogas", han generado protestas en la región y tensiones con Colombia, que denuncia violaciones al espacio marítimo soberano. En la cumbre, Honduras y Venezuela exigieron la "desescalada de toda forma de agresión", mientras Petro advirtió sobre el riesgo de una "militarización del Caribe" que socava el multilateralismo. La Associated Press reveló que muchas víctimas no eran narcos, sino pescadores o migrantes, cuestionando la narrativa de Washington.

Hacia una declaración conjunta con desafíos pendientes

La agenda incluye sesiones sobre comercio (con énfasis en reducir barreras arancelarias), transición energética (apoyando renovables en América Latina) y lucha contra el crimen organizado, incluyendo ciberseguridad y migración. Se espera una declaración conjunta que impulse un "mundo multipolar" y proponga a una mujer latinoamericana como próxima secretaria general de la ONU, como sugirió Honduras.

A pesar de las ausencias, la Fundación EU-LAC ve en la cumbre un "hito" para alinear agendas, con apoyo logístico que incluye modernización del aeropuerto de Santa Marta con biometría. (Post en X de El Artículo). Sin embargo, con la sombra de Trump y divisiones internas, el encuentro podría limitarse a gestos simbólicos, dejando pendiente una verdadera "unidad birregional".

La cumbre continúa este lunes con plenarias cerradas, mientras el mundo observa si América Latina y Europa logran tejer una red de cooperación ante las tormentas geopolíticas. Como dijo Petro: "Ha ganado un día más el multilateralismo". Pero queda por ver si ese día se convertirá en un capítulo perdurable.

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