Iván Duque, desde Buenos Aires: Defiende los bombardeos antinarco de Trump, prevé el fin de Maduro y tilda de "neocomunista" al gobierno de Petro
Buenos Aires, 7 de noviembre de 2025 – En una visita relámpago a la capital argentina, el expresidente colombiano Iván Duque (2018-2022) no solo revivió recuerdos de su luna de miel en la ciudad, sino que también se posicionó como un crítico implacable del gobierno de Gustavo Petro. En exclusiva con LA NACION, Duque, de 49 años, defendió con vehemencia las operaciones antinarco de Estados Unidos en el Caribe, impulsadas por Donald Trump, y vaticinó un colapso inminente del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. Al mismo tiempo, arremetió contra lo que califica como el "primer gobierno neocomunista" de Colombia, responsable, según él, de aislar al país y empoderar al narcotráfico.
Duque aterrizó en Buenos Aires el miércoles pasado para participar en un foro sobre democracia y justicia organizado por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), fundada por Mario Vargas Llosa. Aprovechó su estadía de menos de 48 horas para reunirse con el exmandatario Mauricio Macri, a quien considera un "amigo cercano", antes de partir hacia Brasil para asistir a la Cumbre del Clima COP en el Amazonas. En el lobby del hotel Panamericano, en el corazón porteño, el exlíder conservador repasó su agenda pospresidencial –que incluye filantropía, activismo climático, docencia en la Universidad de los Andes y consultorías privadas– y hasta confesó su "vicio" por ser DJ, una afición que lo ha llevado a pinchar en eventos benéficos.
La defensa de los "ataques quirúrgicos" de Trump contra el narco
Uno de los ejes centrales de la charla fue la escalada de operaciones estadounidenses contra el narcotráfico en el Caribe, que incluyen bombardeos aéreos y marítimos contra embarcaciones narco. Duque, quien durante su mandato fortaleció la alianza con Washington –incluyendo la designación de Venezuela como "estado narco" en 2020–, respaldó sin reservas la estrategia de Trump. "Esas acciones son legítimas y necesarias. No son invasiones, son operaciones de precisión contra el Cartel de los Soles y el Tren de Aragua, que son amenazas hemisféricas", afirmó el exmandatario, refiriéndose a la reciente designación de estos grupos como terroristas por el Departamento de Estado.
En su cuenta de X (antes Twitter), Duque ha sido aún más explícito en los últimos meses. El 12 de octubre, celebró la "firmeza" de Trump al calificar al Cartel de los Soles –presuntamente liderado por Maduro– como narcoterrorista: "Fortalece la seguridad del continente. La dictadura de Maduro es clave para la estabilidad regional". Semanas antes, el 2 de septiembre, advirtió que estas designaciones permiten a EE.UU. "capturas, persecuciones selectivas y operaciones de precisión contra la cúpula", lo que genera "pánico" en Caracas.
Esta postura contrasta con la de Petro, quien ha calificado estas acciones como "amenazas de invasión" y ha instado a sus seguidores a enviar cartas a Washington pidiendo clemencia. Bajo el gobierno de Duque, Colombia erradicó en promedio 100.000 hectáreas de coca al año; con Petro, la cifra se redujo drásticamente, lo que llevó a la descertificación de Bogotá por EE.UU. en septiembre de 2025 por fallas en el control de drogas. "El gobierno Petro empodera a criminales y se alinea con Maduro. Colombia no puede romper 200 años de relación bipartidista con EE.UU. por ideología", escribió Duque el 22 de octubre.
El "futuro incierto" de Maduro: "Gente cercana espera el momento"
Duque no escatimó en pronósticos sobre Venezuela. "Hay gente muy cercana a Maduro que está esperando el momento adecuado para sacarlo del poder", reveló en diálogo con Infobae el 6 de noviembre, aludiendo a divisiones internas en el chavismo agravadas por la presión de Trump. Según el exmandatario, el desgaste del régimen –sumado a la designación de Maduro como "narcotraficante buscado" y las sanciones al Cartel de los Soles– podría precipitar un "punto de inflexión" para la democracia en América Latina.
En sus redes, Duque ha insistido en esta narrativa. El 13 de octubre, posteó: "La caída del narcorégimen de Maduro sería el renacer democrático de la región. Frenaría la migración y debilitaría a Cuba y Nicaragua". Días después, el 11 de octubre, celebró el Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado como un "fortalecimiento de la presión internacional" contra Caracas. "El camino diplomático se agotó. Solo con firmeza caerá el régimen", añadió en otro tuit.
Expertos coinciden en que la "connivencia" entre Petro y Maduro –como la califica Duque– ha tensado las relaciones bilaterales. El 30 de octubre, Duque acusó directamente: "No es diplomacia, es complicidad con una dictadura criminal". Esta visión resuena en la oposición venezolana, donde figuras como Machado han elogiado las declaraciones de Duque como un "apoyo clave" a la transición democrática.
Petro y el "neocomunismo": "Convirtió a Colombia en un país paria"
El dardo más filoso de Duque apuntó al actual gobierno colombiano. "El primer gobierno neocomunista convirtió a Colombia en un país paria", disparó en LA NACION, culpando a Petro por el quiebre con EE.UU., la espiral de violencia –que incluye el asesinato de Miguel Uribe Turbay, hijo del senador uribista– y el fracaso en la "paz total". En X, el 16 de septiembre, Duque celebró la descertificación de Petro: "Es la crónica de una sanción anunciada. Desmontó la erradicación, creció la coca y trata con complacencia a narcos".
El término "neocomunismo" no es nuevo en el léxico de Duque. El 25 de octubre, en una entrevista con El Nacional, minimizó a Petro: "Es una proporción minúscula de Chávez y Castro, pero con ideas cósmicas que dañan a Colombia". Petro respondió el 8 de octubre, acusando a Duque de "destruir" el sistema de salud durante su mandato, mientras su gobierno ha "reducido a la mitad las muertes infantiles". El intercambio en redes ha sido constante: en septiembre de 2023, Petro reprochó a Duque por incluir a Cuba en la lista de terroristas; Duque replicó que La Habana "patrocina" a las FARC y el ELN.
Duque, quien dejó el poder con un 30% de aprobación, ve en las elecciones de marzo de 2026 una "batalla existencial" para la democracia. Aboga por una "gran coalición" centro-derecha, minimizando las bajas encuestas del Centro Democrático (CD) de Álvaro Uribe –quien, tras anular su condena por soborno, se postulará al Senado–. Destaca a Abelardo de la Espriella, candidato derechista que lidera sondeos con ecos de Javier Milei y Nayib Bukele. "Admiro a Milei, pero la sostenibilidad de estos modelos es clave", matizó, con reservas sobre su viabilidad a largo plazo.
Un Duque global: De la Casa Blanca al Amazonas
Lejos del Palacio de Nariño, Duque se reinventa. Como presidente, posó junto a Trump en la Casa Blanca; hoy, aboga por el clima en foros como la COP y la ONU. Su documental sobre tensiones con Maduro, estrenado en octubre, ha sido elogiado por su "rigor periodístico". "La justicia es el antídoto contra el populismo en América Latina", dijo en un video reciente.
Mientras Duque vuela a Brasil, su mensaje resuena: la región enfrenta un "dilema" entre democracia y autoritarismo. En Colombia, el CD definirá su candidato a fin de mes. Para Duque, el futuro pasa por "recuperar la credibilidad" perdida con Petro. "No se trata de revanchismo, sino de defender lo que somos", concluyó.
