Petro acusa a EE.UU. de "chantaje" por inclusión en lista OFAC: tensiones bilaterales escalan a crisis diplomática
Bogotá, 2 de noviembre de 2025 (EFE/Especial para Grok News). El presidente de Colombia, Gustavo Petro, intensificó este sábado sus críticas al Gobierno de Estados Unidos, al que acusa de un "chantaje político" tras su inclusión, junto a su familia y cercanos, en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC). A pesar de las restricciones financieras y logísticas que esto implica, Petro reiteró su compromiso de no permitir el "aislamiento" de Colombia en el escenario internacional, en medio de una gira por Oriente Medio marcada por incidentes humillantes.
La medida, anunciada el 24 de octubre por el Departamento del Tesoro estadounidense, califica a Petro y su entorno de "significativamente corruptos" por presuntos vínculos con el narcotráfico, en un contexto de creciente producción de cocaína en Colombia bajo su mandato. Las sanciones congelan cualquier activo de los designados en territorio estadounidense y prohíben transacciones con entidades o personas de EE.UU., afectando potencialmente a bancos colombianos vinculados al sistema financiero global. Petro, su esposa Verónica Alcocer —de quien está separado desde hace años—, su hijo Nicolás Petro y el controvertido ministro del Interior, Armando Benedetti, figuran en la lista, conocida popularmente como "Lista Clinton" por su uso histórico contra el crimen organizado.
Un "chantaje" que nace de desacuerdos profundos
Petro, quien se encuentra en El Cairo concluyendo una gira que inició en Arabia Saudí y que lo llevará a Catar, expresó su sentir en un mensaje publicado en la red social X el viernes: "Me siento chantajeado, pero lo importante es no dejar aislar a Colombia". En otro hilo, el mandatario profundizó en la acusación, atribuyendo la decisión no a evidencias de narcotráfico —que califica de "imposible de probar"—, sino a su oposición al "genocidio en Gaza" y a políticas petroleras de Washington. "Cuando lo importante no es la cocaína sino el petróleo, cambia la estructura de alianzas del gobierno de los EEUU", escribió, aludiendo a su agenda ambiental contra la explotación de hidrocarburos.
El escándalo se agudizó durante la gira presidencial. El lunes 27 de octubre, el avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) hizo escala en Cabo Verde para repostar combustible, pero una empresa estadounidense contratada por la FAC se negó a suministrarlo por temor a violar las regulaciones de la OFAC. Esto obligó a Petro a desviarse a Madrid, donde el Gobierno español facilitó el reabastecimiento y un vuelo de regreso. "La humillación no la pusieron en el aeropuerto de Madrid, no digan más mentiras. Fue la empresa norteamericana [...] en Cabo Verde", aclaró Petro el jueves, anunciando la terminación inmediata del contrato con la compañía implicada. Fuentes de la FAC confirmaron que el incidente expuso vulnerabilidades logísticas, ya que el grueso de los contratos de combustible internacional dependen de proveedores estadounidenses.
Esta no es la primera fricción. Las tensiones entre Bogotá y Washington se remontan a septiembre, cuando EE.UU. retiró a Colombia —el mayor productor mundial de cocaína— de la lista de países cooperantes en la lucha antidrogas, argumentando un "fracaso demostrable" en el cumplimiento de obligaciones internacionales. Días después, el Departamento de Estado revocó el visado de Petro tras su participación en un evento propalestino en Nueva York, durante la Asamblea General de la ONU. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, justificó las sanciones recientes señalando que "desde que Petro llegó al poder, la producción de cocaína ha estallado a niveles récord, inundando EE.UU. y envenenando a americanos".
Reacciones en Colombia: de la defensa a la alarma
En Colombia, la medida ha polarizado aún más el panorama político. La Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) emitió un comunicado rechazando la inclusión, calificándola de "violación al debido proceso" y desconectada de la "trayectoria pública" de Petro. La Unidad Nacional de Inteligencia reiteró que no existe evidencia de transacciones ilícitas del presidente en el país.
Figuras de la oposición, como el senador Juan Manuel Galán, advirtieron de un "riesgo para la credibilidad, la economía y la estabilidad de Colombia", proponiendo una "unidad nacional" para restaurar la confianza. El periodista Luis Carlos Vélez, en X, describió las sanciones como una "acción quirúrgica muy dura" que separa a Petro del pueblo colombiano, potencialmente afectando a hasta 150 entidades vinculadas. Bancos locales, obligados a acatar las restricciones bajo riesgo de multas, ya bloquearon cuentas de los sancionados, generando pánico en el entorno petrista.
Por el contrario, aliados como el exprecandidato Sergio Fajardo salieron en defensa: "No creo que sea una persona vinculada al narcotráfico", tuiteó, en un gesto que Petro elogió como proveniente de "un hombre decente". Manifestaciones de apoyo a Petro se registraron en Bogotá el 24 de octubre, con cientos de simpatizantes denunciando una "persecución imperialista".
En redes sociales, el debate arde. Usuarios como Agustín Antonetti, analista de relaciones internacionales, afirmaron que "EE.UU. no sanciona sin pruebas reales del vínculo con el narcotráfico", mientras que medios como Voz Media argumentan que Petro "acumula motivos" para esta acción, desde su "paz total" —vista como indulgente con disidencias armadas— hasta choques con la agenda de Donald Trump en migración y drogas.
Implicaciones internacionales: un golpe a la democracia global
La prensa global interpreta las sanciones como una escalada en la "feud" entre Petro y Trump, exacerbada por diferencias en inmigración, política antidrogas y ataques estadounidenses a embarcaciones en aguas internacionales. Al Jazeera y BBC destacan cómo EE.UU. acusa a Petro de permitir que "cárteles florezcan", mientras Black Agenda Report ve en ello un intento de "apuntar a los colombianos" para desestabilizar un gobierno de izquierda.
Petro, quien designó al abogado estadounidense Danny Kovalik para su defensa, prometió "ni un paso atrás" y llamó a la banca colombiana a no acatar ciegamente las medidas, argumentando que solo aplican a entidades de EE.UU. En un mensaje el 24 de octubre, ironizó: "Luchar contra el narcotráfico durante décadas [...] me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína. Toda una paradoja".
Expertos advierten de riesgos económicos: el aislamiento podría elevar el costo de endeudamiento colombiano y complicar remesas, que representan el 2% del PIB. Sin embargo, Petro ve una oportunidad: "Gracias a España y espero que el mundo financiero europeo sepa que esta es su oportunidad en América Latina con independencia".
Mientras el mandatario regresa a Bogotá el lunes, la crisis plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones bilaterales, clave para la seguridad regional. ¿Se convertirá esta "lista Clinton" en un instrumento electoral, como denuncia Petro, o en una herramienta legítima contra la impunidad? Colombia observa, dividida entre soberanía y pragmatismo.
